martes, 30 de octubre de 2012

Pitonisa



Me ha pasado un par de veces más o menos,
ver de pronto a una sola persona en medio de la multitud,
tan sólo una cara, una silueta floreciendo entre las sombras y el barullo.
El sentimiento es el mismo.
Presientes lo que sucederá, lo sabes, lo ves en un instante.
Todo el futuro resumido en un rostro,
toda una historia resumida en parpadeos.
Le hablas. Se conocen.
Y todo lo que viste en unos segundos
comienza a suceder durante mucho tiempo...


1+1=6

Ya perdí la cuenta de los pasos que he dado para alejarme de algo, de alguien o de mí misma...

MissYa

Hoy amanecí tornado.
No son ni buenos ni malos días.
Es un día cualquiera del mes treceavo.
Hoy amanecí tormenta con los ojos lloros 
y un hueco en el alma, un hueco del tamaño
de un mundo que no es el mío.

Lloraría si pudiera,
tal vez ya estoy llorando,
tal vez mis ojos lluevan hoy porque amanecí tornado,
amanecí tormenta y  desperté con un hueco en el alma
del tamaño de tu ausencia.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Down Down


La caída es mi especialidad. Hay que dejarse caer. Caer cuando llueva y sea Domingo, caer como caen las hojas otoñeras con brutal elegancia. Caer y nunca dejar que el paracaídas se abra y si se abre que se rompa [la madre] pero que te deje caer, y mientras más abajo mejor, mientras más vacío el estómago, mientras más náuseas, mientras más alto el lugar de donde caes, mejor, porque así parece que vuelas pero sigues cayendo. Caes porque despiertas, te inflas de oxígeno y si llegas al suelo dormitas, el suelo te traga entero o te entierra (como se diga).
Hay que caernos mínimo un día y sentir de golpe el frío que te besa, el beso que te enfría, el viento que te abraza como si fueras suyo, como si al fin tuviera brazos y te arrullara, como si fueras noche y te estrellaras.