sábado, 22 de enero de 2011

Welcome MONA

Mona, monada,enmona, monita,  hormona, alimona, mormona, jamona, almona, tomona, ma...mona, entre otras palabras cuya terminación sea "mona", son algunos de los versos de las canciones burlonas que las cigarras componen para Mona en noches de larga inspiración o en inspiraciones de largas noches.

Digamos que no recuerdo como es que la conocí , no sé en qué lugar la ví o en qué momento fantasmagórico apareció en mi vida. Jamás supe si sabía la hora exacta, si solía desabrochar los zapatos antes de quitárselos, si encontraba a diario pares identicos de calcetines en su alcoba o si tenía entre sus curiosidades pensamientos ocultos en una cajita.
Sólo puedo contarles que ella es de aquellas personas que tienen ese toquecito místico que enardece a las ideas. No es una persona que hable mucho con los demás, Mona prefiere la telepatía y las charlas amenas con algún espíritu chocarrero de las avenidas más peligrosas de su ciudad.
Normal.      ¿No te parece?
Pues sí, Mona es una persona normal (al menos eso dice), es muy normal en su mundo de frecuentes apariciones de seres de otras dimensiones, para las personas de múltiples personalidades, para los "openmind" y los charlatanes.

Supe un día por lenguas sueltas y recién cortadas de algunos de sus vecinos, que Mona reía tanto a solas que contagiaba su risa a todo aquél que la escuchase un poco, pero al parecer la gente se aterraba cada vez que sucedía eso. Al principio no supe porqué, celebré por dentro que existieran personas tan felices como ella, supuse que se divertía más en aquel mundo co-existente que en esta realidad aburrida, pero después me enteré que no sólo Don Man murió de risa, sino muchas más personas a quienes por azares del destino el murmullo de sus carcajadas les llegó a contagiar.
Una inmensa cantidad de personas se vieron afectadas y aún hasta estas fechas, les quedan secuelas de ese gran daño que Mona ocasionó.

¿Quién se ríe solo? ¿Un loco?
Así es, sólo los locos y Mona. Sólamente los locos y Mona y las personas que sufrieron secuelas.
Únicamente los locos y Mona, las personas que sufrieron secuelas y yo.

La última  vez que la vi le pedí que fuera real, que fuera un poco más tangible y le rogué para que aceptara una entrevista. Le mentí, le dije que era para un trabajo de la escuela (aunque en realidad estaba de vacaciones), le dije que le cambiaba palabras por chocolates, que le invitaba un café o que tal vez, si ella quería, yo podría contestarle también todo lo que quisiera. Pero nada la convenció hasta que guardé silencio.
Sus mallas rayadas y coloridas se sonrieron y Mona se marchó.

Después de grandes ratos de locura, sigo sin entender sus pasos lentos en el metro, su gran prisa por comer estrellas remotas y la incoherencia extrema que decía la verdad. Mona aceptó mi entrevista y he de planear preguntas normales, normales para ella y su mundo. Es inevitable intentar ver las cosas a través de sus ojos y tal vez reir mucho ¡pero no tanto! para no morir de risa...

Sin duda, Mona está en todas partes, es esa gota de locura que convive entre nosotros, es ese silencio que escandaliza los ecos, es la palabra "diferente" y todas aquellas palabras que riemen con "ente", es la única persona que ha hecho pensar de más a Sherlock Holmes. Es Mona, la lisa, la escurridiza que aparece en todos lados, la que te mira pero tú no la ves.
Y yo la estaré esperando. ¡Que venga! y que me cuente su historia...

Nota* Si tienes alguna pregunta que quisieras hacerle a Mona, por favor, no dudes en preguntar.